El mecanismo deslizante de cámara del OPPO Find X aguanta 150 usos al día durante 5 años

Además de tener una relación de pantalla nunca vista antes, cerca del 94%, el OPPO Find X llega con una peculiar cámara frontal que normalmente permanece oculta pero que se desliza y se deja ver cuando es necesario.

Este módulo no solamente incorpora la cámara frontal sino que también alberga el sistema de reconocimiento facial 3D, por lo que el mecanismo se pone en funcionamiento cada vez que desbloqueamos el dispositivo — lo cual significa decenas de veces al día.

Muchos nos preguntamos si este sistema mecánico de deslizamiento es lo suficientemente robusto como para que no se averíe con el tiempo y qué impacto tiene en el consumo de la batería. 

El mecanismo de deslizamiento del Oppo Find X en funcionamiento

Durante el lanzamiento del OPPO Find X en China, la compañía ha dado algunas respuestas sobre estos temas que preocupan. Según OPPO, el mecanismo de doble carril del Find X fue sometido a más de 300.000 pruebas en el laboratorio.

Con una tasa de uso diario de 150 veces, el mecanismo de doble carril del Find X aguantará más de 5 años de uso. Además, activar el mecanismo 200 veces solo consume en torno a un 1% de la batería del dispositivo.

No es muy normal utilizar la cámara frontal 150 veces al día, pero no es tan extraño desbloquearlo ese número de veces si eres un usuario enganchado a tu smartphone. Por otro lado, con él ritmo actual de evolución de la tecnología, es habitual que los usuarios renueven su smartphone más de cinco años.

Por otro lado, el Find X llega con un sistema de protección anti caídas que recoge el mecanismo cuando detecta una caída libre. El Find X también pasó una prueba de estar sometido a polvo durante 16 horas para asegurar que la estructura es resistente al polvo.  |  Fuente: MyDrivers

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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