IA

Google desaconseja a sus empleados utilizar su propio chatbot Bard para el trabajo

Aunque Google sigue perfeccionando Bard, su chatbot basado en IA, su matriz Alphabet ha prohibido a los empleados el uso de chatbots, incluso Bard.

Reuters afirma que el gigante tecnológico ha aconsejado a sus empleados que no introduzcan información confidencial en chatbots como ChatGPT de OpenAI o el propio Bard de Google por temor a filtraciones.

TE INTERESA:
Google: Donde dije Bard, ahora digo Gemini

A Alphabet le preocupa que los empleados introduzcan información confidencial en estos chatbots, ya que puede haber revisores humanos al otro lado revisando las entradas del chat. Además, estos chatbots también pueden utilizar entradas anteriores para aprender, lo que supone otro riesgo de filtración.

Ese riesgo está justificado, ya que Samsung confirmó el mes pasado que sus propios datos internos se habían filtrado después de que su personal utilizara ChatGPT.

El mes pasado, Apple impuso un requerimiento similar a sus empleados, prohibiendo a sus empleados el uso de ChatGPT y de GitHub Copilot, propiedad de Microsoft, un escritor de código de IA.

Google lanzó Bard, su competidor ChatGPT, en marzo. Bard está construido con un motor de inteligencia artificial propio de Google llamado Language Model for Dialogue Applications, o LaMDA. Poco más de un mes antes del lanzamiento de Bard, un memorando filtrado reveló que el CEO de Google, Sundar Pichai, pidió a los Googlers de toda la compañía que probaran Bard de dos a cuatro horas durante su día.

Esta semana, Google retrasó el lanzamiento de Bard en la Unión Europea después de que los reguladores irlandeses citaran preocupaciones sobre la privacidad. La Comisión de Protección de Datos irlandesa afirma que Google y Bard no cumplen la ley de Protección de Datos Personales.

¿Cuál es tu reacción?
Sorprendido
0%
Feliz
0%
Indiferente
0%
Triste
0%
Enfadado
0%
Aburrido
0%
Incrédulo
0%
¡Buen trabajo!
0%
Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
Comentarios
Deja un comentario

Deja un comentario