Recordando teléfonos míticos: Sony Xperia Z5 Premium, el primero con pantalla 4K

Sony sorprendió al mundo cuando lanzó el Sony Xperia Z5 Premium a finales de 2015 con una pantalla 4K, que fue la primera en su categoría.

Su lenguaje de diseño se basaba en Omni-Balance, que se centraba en crear equilibrio y simetría en todas las direcciones.

Sony lanzó este teléfono con una cubierta trasera con acabado en espejo — una de las peores elecciones de acabado que he visto en un smartphone. Aunque el dispositivo destacaba a la vista, era imposible mantenerlo limpio y libre de huellas dactilares.

La primera pantalla 4K en un móvil

Con nada menos que 806 píxeles por pulgada, la pantalla del Sony Xperia Z5 Premium tiene el honor de ser la subcampeona en nitidez de la historia de los smartphones.

Y digo subcampeona porque su nitidez fue superada, por poco, por el XZ Premium debido a la menor diagonal de la pantalla: 5,50″ frente a 5.46″ (ambos tienen la misma resolución 4K). Los smartphones que ha lanzado Sony posteriormente han crecido en tamaño de pantalla, por lo que la nitidez (en términos de densidad de píxeles) ha quedado por debajo.

Además, este teléfono utilizaba una pantalla LCD con una disposición de sub-píxeles RGB, por lo que aún era más nítidas que las actuales pantallas OLED con matriz Pentile

En la práctica, sin embargo, se necesita tener muy buena vista para apreciar la mejora en nitidez de una pantalla 4K frente a una pantalla 1080p, al menos a la distancia a la que normalmente se usa un móvil.

¿Qué llevó a Sony a fabricar un teléfono con pantalla 4K? La compañía siempre se ha enorgullecido de ofrecer la mejor calidad de imagen. Las cámaras de los smartphones llevaban ya unos años grabando vídeo en 4K, pero los teléfonos tenían que recurrir a pantallas externas para mostrar esos vídeos a plena resolución.

El Sony Xperia Z5 premium fue el primer teléfono que podía mostrar vídeo 4K píxel a píxel. La pantalla también era útil para ver fotos ya que su resolución nativa era de 8,3 MP con una relación de aspecto 16:9.

Sólo unas pocas apps tenían acceso a la resolución 4K completa, ya que tanto la interfaz como el resto de apps se movían a 1080p para ahorrar batería.

El Álbum de fotos era una de las apps que mostraban imágenes en 4K. Además, era capaz de extraer imágenes de álbumes online de Facebook, Picasa y Flickr, por lo que podías disfrutar de la resolución 4K al ver imágenes más allá de las del almacenamiento interno.

Películas era la otra app que podía hacer uso de 4K ya que, gracias el potente chipset Snapdragon 810, era posible reproducir vídeos en esta resolución — aunque era un chip que se calentaba bastante y se ganó bastante mala fama.

La pantalla del Xperia Z5 Premium también tenía sus defectos. Con un brillo máximo de de 571 nits según mis mediciones, no era una pantalla especialmente brillante y los niveles de negro eran bastante pobres cuando se elevaba el brillo. La precisión del color tampoco estaba a la altura de los buques insignia de la época.

Uno de los usos donde esta pantalla podría haber destacado era la Realidad Virtual, pero Sony nunca ha lanzado un casco de Realidad Virtual para sus teléfonos. De haberlo hecho, seguro que la imagen se hubiera visto mejor que con el casco Gear VR de Samsung.

En cierto modo, Sony se quiso adelantar al resto de fabricantes apostando por una elevadísima resolución de pantalla, pero la industria no ha seguido por ese camino — ningún otro fabricante ha incorporado un panel 4K en sus smartphones o, al menos, yo no lo recuerdo.

En su lugar, los fabricantes han optado por incluir altas tasas de refresco en sus móviles, que mejoran la experiencia de uso más que elevar la resolución.

Las pantallas 1080p siguen siendo bastante comunes hoy en día, incluso en algunos buques insignia, pero los 90-120Hz se han convertido en algo habitual desde hace tiempo. La primera pantalla 4K de 120 fps llegó aprincipios de este año con el Xperia 1 III.

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Sobre el Autor
Luis A.
Luis es el creador y editor jefe de Teknófilo. Se aficionó a la tecnología con un Commodore 64 e hizo sus pinitos programando gracias a los míticos libros de 🛒 'BASIC para niños' con 11 años. Con el paso de los años, la afición a los ordenadores se ha extendido a cualquier cacharrito que tenga una pantalla y CPU.
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