¿Abandonarías tu trabajo en Apple si te obligasen a crear una puerta trasera para iOS? Los ingenieros de Apple se pronuncian

Apple viene oponiéndose desde hace tiempo a la orden judicial de crear una versión de iOS con una puerta trasera que permita a las autoridades acceder a los contenidos del iPhone del pistolero de San Bernardino.

Ahora el gobierno estadounidense se enfrenta a un nuevo reto ya que, según New York Times, varios ingenieros clave de Apple han indicado que antes abandonarían la compañía que debilitar la seguridad del software y los dispositivos que han ayudado a crear.

Los empleados de Apple están ya discutiendo qué harán si son obligados a ayudar por las fuerzas del orden. Algunos dicen que se resistirán a la petición, mientras que otros podrían incluso abandonar sus trabajados altamente pagados antes que socavar la seguridad del software que ya han creado

Si los ingenieros deciden abandonar la compañía en lugar de crear lo que Apple llama «GovtOS», no serían acusados de desacato, según varios expertos jurídicos.
Aunque dejar un trabajo no es algo placentero, es poco probable que estos ingenieros tuvieran problemas en encontrar un nuevo trabajo.

El miedo de perder una nómina puede no tener demasiado impacto en los ingenieros de seguridad cuyas capacidades son altamente demandadas. Por el contrario, contratarles de nuevo podría ser un motivo de honor para otras compañías tecnológicas que comparten el escepticismo de Apple sobre las intenciones del gobierno.

Apple ya ha indicado que si se ve obligado a construir «GovTOS», necesitará de seis a diez ingenieros a tiempo completo durante un mes. El equipo tendría que estar formado por ingenieros muy concretos de Apple, con nombres y apellidos, de las divisiones de hardware, software y servicios.

Lógicamente estos empleados de apple podrían negarse a cumplir con la orden en lugar de abandonar la compañía pero eso sería motivo de desacato.

Sin embargo, si todos los ingenieros necesarios para crear GovtOS abandonan Apple, la compañía no pudría cumplir con el requerimiento ya que sería «como pedir a mi jardinero que escriba el código», según un antiguo fiscal federal.