Evita que tu móvil se sobrecaliente este verano: guía práctica y definitiva

Los móviles actuales concentran una potencia enorme en cuerpos finos y sin ventiladores. Por pura física, siempre disipan calor y, en verano, la temperatura ambiente dispara el riesgo de sobrecalentamiento.
La buena noticia: casi todos incluyen mecanismos de seguridad y tú también puedes actuar para mantener a raya el calor y proteger batería, rendimiento y componentes.
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Por qué tu móvil se calienta y qué puede pasar
El calor aparece al exigir al CPU/GPU, a la pantalla y a la batería. Si la temperatura sube demasiado, el sistema reduce rendimiento (thermal throttling), limita carga rápida o apaga funciones para evitar daños. En casos extremos, puede apagarse hasta enfriarse. Evitar llegar a ese punto alarga la vida útil del dispositivo.
Lo que nunca debes hacer cuando hace calor
Hay hábitos que multiplican el riesgo de sobrecalentamiento. Evítalos siempre:
- Dejar el teléfono a pleno sol, especialmente sobre superficies que se recalientan (metal, salpicaderos, soportes de aluminio).
- Cargar el móvil bajo el sol directo.
- Cargarlo dentro de una mochila o bolso con un power bank (sin ventilación el calor queda atrapado).
- Usar carga inversa inalámbrica para alimentar otros accesorios dentro del bolsillo o la mochila.
- Ejecutar apps muy demandantes (modos de escritorio, edición de vídeo, navegación GPS con pantalla a tope) en ambientes calurosos sin ayuda extra de refrigeración.
Tu móvil sigue caliente: pasos inmediatos para enfriarlo
Si ya has evitado lo anterior y aun así notas temperatura alta, aplica estas acciones hasta que se estabilice:
- Quita la funda temporalmente para favorecer la disipación.
- Activa el modo oscuro; la pantalla genera mucho calor, sobre todo a alto brillo.
- Reduce la resolución y la tasa de refresco si tu móvil lo permite; también desactiva “movimiento suave”.
- Baja el brillo de la pantalla.
- Desactiva la pantalla siempre activa (Always On Display).
- Evita el flash LED y la grabación en 8K/4K o a altos FPS.
- Cierra apps en segundo plano que no utilices.
- Sal del juego si estás jugando, especialmente si te da el sol directo.
- No instales firmware ni actualices apps mientras el teléfono está caliente o recibiendo sol.
- Activa el modo ahorro de energía para limitar la CPU (muchos sistemas la capan alrededor del 70%).
- Desactiva Ubicación y Bluetooth; si puedes, activa temporalmente el modo avión.
Cuándo apagarlo y cuándo volver a actualizar
Si el calor sigue siendo alto o te incomoda, apaga el smartphone y espera a que se enfríe. Una vez frío, puedes actualizar sistema y apps para beneficiarte de optimizaciones, pero evita hacerlo en exteriores con calor o con el dispositivo caliente.
Adoptar pequeñas rutinas reduce picos térmicos:
- No cubras las rejillas o zonas de mayor calentamiento con soportes, almohadas o el propio cuerpo.
- Planifica cargas: mejor varias cortas a lo largo del día que una larga a pleno sol.
- En el coche, coloca el móvil donde reciba aire acondicionado y evita el parabrisas.
- Descarga mapas/música para reducir uso de datos en 5G, que calienta más.
Mitos que debes evitar
No metas el móvil en la nevera ni lo pegues a bolsas de hielo: el choque térmico y la condensación pueden dañarlo. Tampoco uses ventiladores que introduzcan polvo si el entorno es arenoso.
Fundas finas o con materiales de alta conductividad, disipadores con clip y soportes con ventilación activa pueden marcar la diferencia en juegos o navegación GPS. Ajustes como limitar tasa de refresco a 60 Hz, usar brillo automático y perfiles de “bajo consumo” son tus aliados en verano.